Una valla fronteriza será el eje central de esta exposición que pretende mostrar los espacios “sin derechos” en los que se han convertido las fronteras, situando al espectador en los lugares donde la violencia y la impunidad se anteponen al respeto por la vida y los derechos de las personas.
 

ESPAÑA – MARRUECOS

 

ESPAÑA – MARRUECOS

Los muros invisibles tras la frontera sur

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En los últimos años se ha producido un aumento significativo de llegadas y esto supone un reto que nos ha movido a profundizar en la situación en las costas españolas. En el marco de esta misión se identificaron como puntos clave Canarias, Málaga, Cádiz, Granada, Almería y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que cuentan con realidades muy diversas. Para conocer de primera mano cómo está funcionando el rescate, la recepción y primera acogida en España nos desplazamos a diferentes puertos donde se realizan los desembarcos y a las regiones principales de primera llegada. También nos hemos desplazado a Marruecos, principal país de tránsito hacia España y convertido en país de destino forzado donde no se garantiza el respeto de los derechos de las personas migrantes y refugiadas ni una adecuada protección.

Ceuta y Melilla son las únicas fronteras terrestres entre los países de la UE y África y sus fronteras con Marruecos se han convertido en espacios de vulneración grave y continua de derechos de las personas migrantes y refugiadas. Este hecho, unido a la falta de vías legales, ha empujado a las personas migrantes y refugiadas a utilizar la vía marítima para llegar a España.

 

Las llegadas a costas españolas supusieron en 2017 casi el 13% de las llegadas por mar a Europa, frente al 2% del año anterior. La respuesta de España a este aumento de llegadas ha sido improvisada y arbitraria.

 

En su informe “Los muros invisibles tras la Frontera Sur” CEAR califica de “improvisada y arbitraria” la respuesta de las autoridades españolas ante el importante incremento de llegadas a costas españolas que se produjo el año pasado.

 

La organización alerta de que en 2017 se triplicó el número de llegadas a costas españolas, superando las 22.000 y aumentó hasta las 223 muertes de personas tratando de llegar a nuestro país. “Esta situación pide a gritos una nueva política migratoria que no convierta a nuestras fronteras en lugares donde desaparecen los derechos de refugiados y migrantes”, afirmó Estrella Galán, secretaria general de CEAR.

 

Triple de llegadas y 223 muertes de personas que trataban de llegar a costas españolas

 

El informe analiza la realidad de distintos puntos de la costa andaluza así como Ceuta, Melilla, Canarias y Marruecos, donde se ha comprobado falta de información sobre su situación administrativa y graves dificultades para pedir asilo de las personas que llegan a nuestras costas. Además, tanto las instalaciones portuarias como los calabozos donde las personas migrantes son detenidas no reúnen las condiciones adecuadas ni cuentan muchas veces con intérpretes.

 

Desde CEAR señalan como “muy grave” que se utilice de forma sistemática las detenciones en los CIE de las personas que llegan por mar, sin tener en cuenta su situación individual, así como que la legislación española establece la privación de libertad como último recurso.

 

Además, apunta las dificultades en Melilla y Ceuta para pedir asilo. De hecho, en esta última ninguna persona pudo solicitar protección durante el año pasado. Esto, unido a la falta de vías seguras, hacen que cada vez más personas que buscan refugio en España opten por rutas marítimas más peligrosas para llegar a nuestro país.

 

Son detenidas sistemáticamente en un CIE y la mayoría no puede solicitar asilo

 

 

En este sentido, destaca como ejemplo el incremento de llegadas a costas andaluzas en embarcaciones de motor muy precarias o incluso con pequeños botes hinchables impulsados por remos. “Lo que para nosotros es un juguete para niños, al otro lado del Mediterráneo se convierte en el único medio que tienen muchas personas, menores incluidos, para tratar de buscar un futuro arriesgando sus vidas”, lamentó Galán.

 

Menores y trata

 

CEAR alerta de que tanto en la costa andaluza como en Canarias, Ceuta, Melilla se ha constatado una falta de identificación adecuada de menores no acompañados y una vulneración de la presunción de su minoría de edad. Además, en muchos casos los menores no cuentan con lugares específicos y deben compartir espacios con los adultos.

Por otra parte, desde el 2016 se detecta un incremento de mujeres víctimas de trata en costas andaluzas no solo procedentes de Nigeria, sino también de Costa de Marfil, Guinea Conakry o República Democrática del Congo. La falta de identificación adecuada de víctimas de trata provoca que muchas de ellas queden desprotegidas. Además, las redes de trata instruyen a las niñas para que se declaren como mayores convenciéndolas de que así podrán continuar mejor su trayecto migratorio.

Falta de identificación adecuada de menores no acompañados y mujeres víctimas de trata

Falta un plan estatal

Para CEAR los factores que han provocado este incremento de llegadas a nuestras costas van a continuar por lo que es necesario que el Gobierno elabore de forma urgente un plan de acción a nivel estatal que cuente con un protocolo para unificar la actuación ante la llegada de personas migrantes y refugiadas a costas españolas, y dar así respuesta a una situación “ante la que no se puede seguir improvisando”.

La frontera sur española tiene que dejar de ser un limbo en el que se desvanecen los derechos. “La posibilidad de solicitar asilo para las personas que huyen no puede depender del puerto al que se llegue”, sostuvo Galán.

La frontera sur española tiene que dejar de ser un limbo en el que se desvanecen los derechos